El primer golpe que asesta la división FORD PERFORMANCE tras una completa reorganización de sus efectivos. Cincuenta y tantos años después de su llegada a los circuitos y –más títulos conquistados de los que se pueden contar con manos y pies–, el Ford GT reaparece como ‘supercar’ de calle.
Presentado en el Detroit Auto Show 2015 y programado para la venta en el 2016. Pasmoso y aturdidor, porque tiene trazas de ‘concept’ y de prototipo imposible, pero Ford Motor Company insiste: el que está en las fotos es un pre-serie, 99% idéntico al que se acariciará en los concesionarios.
Cumple todos los requisitos de los ‘supercars’; un motor central, empuje desde las ruedas traseras y silueta cortante. No muy alejado en diseño de los pocos GT que se han estado produciendo ahora sí, y ahora no, desde el 2005. Obviamente, la mayoría de ellos eran para campeonatos monomarca y competiciones en suelo estadounidense.
El concepto mecánico, sin embargo, ha tomado otro giro; signos de los tiempos que corren. De los ocho cilindros, baja al V-6 con con dos turbos gemelos. Reemplazar la aspiración natural de aire por la inyección de oxígeno en el motor sello ‘EcoBoost’ lo empareja en rendimiento a cualquiera de los posibles rivales. La configuración inicial del propulsor apunta más de 600 CV y de ahí hasta los 1.000 CV no habrá un techo tecnológico o un impedimento de ingeniería.
En cualquier caso, ulteriores versiones hiperpotentes del GT habrían de lidiar con las normativas de homologación en Estados Unidos, América Central, Sudamérica, Asia y Europa para salir de los boxes, y mezclarse entre los semáforos y peatones. Ya sucedió en el 2005, cuando la demanda estuvo por encima de la oferta inicial.
Desde el Daytona Prototype
El V-6 EcoBoost desciende de un bloque que Ford ha estado ensayando el 2013 y el 2014 en el vivero de las American Le Mans Series. El Daytona Prototype probaba que la tecnología turbo de último cuño en Ford valdría para los Mustang y demás maquinaría pesada.
El EcoBoost envejece al previo V-8 porque baja de los 5.4 los 3.5 litros de cilindrada, cuestión más relevante tal vez que la pérdida de dos pistones. El peso es la clave otra vez. Mecánica aligerada y piezas de aluminio y fibra de carbono (toda la estructura del habitáculo es de este material).
Año 1966
Ford ganó las 24 horas de Le Mans con el GT40 ancestral. Para el tiempo en que está programada la puesta en escena de su descendiente, se habrá cumplido medio siglo. Cifras de efemérides que Ford quiere aprovechar.
FORD PERFORMANCE se ajusta a un calendario estricto hasta el 2020. Paso a paso, se están cumpliendo los plazos que desplegarán 12 proyectos ‘sport’. Conocemos a día de hoy justo la mitad de ellos. Primero el Ford Focus ST, luego debe venir el Focus RS, más tarde este GT y la pick-up F-150 Raptor, y por último los Mustang Shelby GT350 y GT 350R.