Ford Fiesta RS 2015 en camino


Al menos eso afirman en Auto Express. Ford, envalentonada por las cifras globales del año pasado y en especial por las del Fiesta ST delante de todos los superminis, podría haber añadido a la cola de producción del Focus RS una edición de calle y extrema del Fiesta WRC. El Fiesta ST ha tenido que doblar su producción para atender a la demanda, y la división deportiva de Ford Europa cree que hay hueco para algo más radicalizado si consiguen contener los costes de la misma forma en que lo han hecho con el ST.

Hay que hablar en condicional puesto que un servidor no ha podido extraer ningún dato oficial ni confirmado, y mala praxis periodística sería afirmar lo que, de momento, en España, sólo tiene la consistencia vaporosa de los rumores.

En los precintos deportivos de Ford Europa, siempre ha habido una línea divisoria clara entre ST y RS, siendo el primero algo más gentil y ajustable al día a día. El primer prototipo de un Fiesta RS se vio en el salón de Ginebra hace justo diez años y sobre el cuerpo de la anterior generación, pero quedó metido en el congelador hasta ahora. Por entonces, la junta directiva estimó que sólo tendría demanda en el Reino Unido, donde los Focus RS de ambas generaciones siempre habían sido bien acogidos, pero que no venderían ni uno en el resto de mercados.

El dilema de la tracción delantera

Según Auto Express, la viabilidad comercial del proyecto reside en usar el mismo motor EcoBoost 1.6 del ST, pero subiendo de los 180 CV hasta los 230 CV. De ahí la contención de costes.

Prometen un trabajo de revisión en la carrocería y en el chasis bastante delicado y para esto tendrían que meter mano los de la división M-Sport, que son los que desarrollaron y conocen bien el Fiesta WRC. Porque además de agrandar pasos de rueda, ensanchar ejes o inflar el capó para darle cabida al turbocompresor, algo habría que hacer con la suspensión para evitar catástrofes con tamaño par motor sobre el eje delantero.

En el caso del último Focus RS, Ford solucionó los problemas de la tracción delantera con un diferencial de deslizamiento limitado Quaife, y la pérdida de dirección y tacto en el volante con un invento aplicado a las suspensiones MacPherson al que patentaron como RevoKnuckle. No tengo los conocimientos de ingeniería suficientes como para aventurar que ambos sistemas puedan caber en el cuerpo de un Fiesta homologado para la circulación en abierto.

Volviendo a la revista inglesa, ellos tienen la clarividencia de situarlo en los concesionarios terminando el 2015, al final de la vida comercial de la presente generación Fiesta, y que el precio en el Reino Unido flotaría alrededor de los 28.000 €.

Os mantendremos informados así que alguien empiece a tirar de la manta.

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