Se acabó lo que se daba con el Plan 2000E. Los concesionarios recibieron la semana pasada una circular del Ministerio en la que se advertía que el 80% de los fondos del Plan 2000E se habían agotado. El problema es que esa cifra no está actualizada, por lo que no se sabe muy bien qué es lo que queda de ese fondo que se fijó en su día para esta ayuda a la compra de vehículos.
El problema surge por culpa del achatarramiento del vehículo entregado a cambio. La certificación por destrucción del CAT llega al sistema informático del Ministerio de 10 a 15 días más tarde. Los concesionarios envían la información cuando pueden a ese sistema informático llamado SIT 2000E.
Normalmente son los concesionarios los que adelntan el dinero por la compra y luego reciben las ayudas por parte de las administraciones públicas. El problema es que con tanto retraso ahora mismo se podrían concender ayudas que luego no serán respaldadas por parte del Gobierno, lo que dejaría en una situación muy comprometida a los concesionarios, pues serían ellos los que pagarían esos 2.000 euros de descuento.
El consumidor también tiene un serio problema. La paga y señal que da mientras espera la llegada del coche no la puede recuperar y está obligado a hacer frente a esos 2.000 euros de descuento que pensaba que tenía gracias al Plan 2000E. Así pues, el marrón se lo tienen que comer los concesionarios o el consumidor, mientras que el Ministerio se frota las manos y no quiere saber nada.
El presupuesto para el Plan era de 100 millones de euros. El plazo máximo era hasta mayo de 2010. Sin embargo, no ha sido suficiente y ahora el sector del automóvil necesitará una nueva ayuda por parte del Gobierno para no desplomarse de nuevo. ¿Ampliará el Gobierno esa cantidad? De momento nadie dice nada.