El Salón de Los Ángeles acaba de ser sacudido por una muy mala noticia. Tanto Ferrari como Lamborghini, dos de las mejores firmas automovilísticas del momento, se han borrado del certamen por culpa de la crisis económica que sigue haciendo estragos hasta entre las más grandes empresas del sector.
La verdad es que el mercado norteamericano no es especialmente interesante para ninguna de las casas italianas. Allí no venden mucho a pesar de que hay una gran cantidad de personas capacitadas económicamente para permitirse el lujo de comprarse un súperdeportivo de cualquiera de estas dos marcas.
Esta acción ha desencadenado también la negativa de Bentley, firma británica que tampoco estará en el evento angelino. Además, tras la renuncia de Ferrari, se espera que Maserati también se tire del barco en las próximas horas.