Mientras unos pelean por ser los más competitivos del mercado en cuanto a precios, lo cual les obliga a reducir costes al máximo, otros pueden vivir más tranquilos por el simple hecho de no competir en esas ligas tan feroces, lo cual no quiere decir que estén de brazos cruzados.
Un buen ejemplo de ello es Koenigsegg, un fabricantes de superdeportivos (o tal vez debería decir hiperdeportivos) que sabe que Ferrari y Lamborghini están por delante por nombre y tradición, aunque también saben que su fuerte está en ofrecer un plus de prestaciones como en el caso del modelo Regera, que acaba de batir el récord de velocidad de 0 a 400 km/h que él mismo poseía.
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