A pesar de que casi todos todavía son prototipos, los coches eléctricos están cada vez más cerca, pronto los veremos circular y recargarse por las calles de la ciudad y algunos modelos reales llegarán los próximos meses en los concesionarios. Algunos funcionan con motores híbridos, otros con pila de combustible, recarga rápida, autonomía extendida… conceptos que serán muy habituales en el sector del automóvil en poco tiempo.
Mercedes ha sintetizado en el prototipo F800 sus propuestas sobre tecnologías alternativas. La marca alemana de la estrella propone dos soluciones: un propulsor híbrido gasolina-eléctrico, cuyas baterías se pueden recargar en la red, con un consumo de 2,9 litros y una potencia de 381 CV, y la famosa pila de combustible, donde el hidrógeno alimenta un motor eléctrico de 136 CV.
Seat IBE Concept es el mejor ejemplo de que un coche con tecnologías de propulsión alternativas no debe carecer necesariamente de atractivo estético, una propuesta con marcado acento deportivo que sirve para avanzar la imagen de los próximos modelos de la firma española. Apostando por la electricidad como fuente de movimiento, con una autonomía de 130 km y una potencia máxima de 102 CV. ¡No está nada mal!
Opel Flextreme GT/E es sólo un simple prototipo, pero marca el camino de la movilidad del futuro. Sin renunciar a un diseño atractivo, esta propuesta confía en la electricidad como alimentación, por lo que monta un motor eléctrico que le permite superar los 200 km/h. Si la batería se descarga, un motor convencional se encarga de seguir el trayecto sin deternerse para buscar una conexión eléctrica. Con este sistema, la escasa autonomía de los coches eléctricos queda en el olvido.