Copiar algo no está nada bien. Lo sabe hasta un niño de 5 años. A pesar de ello, hay empresarios que se ganan la vida a costa del ingenio de otros.
Es el caso de Jiangling Motors, un fabricante de automóviles chino fundado en 1952 que no recurre a su experiencia para diseñar coches, sino que hace un Ctrl+C para calcar lo que ya han hecho en otras partes del mundo, como es el caso de lo que ha ocurrido con el Range Rover Evoque de Land Rover.
Hay que tener mucho morro
Los ingleses tienen motivos más que suficientes para denunciar a la compañía que acabo de mencionar. El Landwind X7 creado por Jiangling Motors y Changan Auto es una copia barata del SUV que ha conquistado a los europeos y a los americanos.
No se vende ni en Europa ni en Estados Unidos, e incluso se quedaron con las ganas de venderlo en Brasil cuando ya lo tenían todo organizado. Sin embargo, en China está en los concesionarios y no dejan de vender unidades, algo que ha irritado mucho a los directivos de Jaguar Land Rover.
Lo más increíble de todo es que las autoridades chinas no ven ninguna irregularidad en el asunto. Debe ser que están acostumbrados a que se copie todo lo copiable y no están dispuestos a sancionar a una empresa del país (ya sabemos lo proteccionistas que son).
¿Batalla perdida?
Jaguar Land Rover tendrá que ser constante en sus alegaciones si quiere que la cosa llegue a buen puerto. No es la primera vez que sucede algo así por esos lares, y desgraciadamente más de un fabricante ha decidido tirar la toalla después de invertir mucho dinero en abogados. Al final se contentan con que prohíban las exportaciones del modelo copiado, un mal menor con el que no deberían conformarse.