Para elaborar el último informe de la GANVAN no hace falta ser economista. Es algo que si observas puedes verlo tú mismo por las calles de tu barrio. No se venden coches nuevos, y el único mercado que crece es el de segunda mano. Y estamos hablando de más bien tercera o cuarta mano; vehículos con más de diez años.
A mí, los de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, más conocida como GANVAM, siempre me han parecido un poco llorones. Es una entidad que enseguida se posiciona en contra de cualquier nueva propuesta o reforma, aduciendo que van a terminar con la industria del motor. Siempre es el apocalipsis de la automoción y todo lo que proponen siempre pasa porque el Estado aporte dinero. Cualquier cosa menos bajar de una vez los precios de los coches y renunciar a un margen de beneficio. Desde que empezó a cacarearse la palabra crisis, han ido elaborando toda clase de informes catastrofistas.
De vuelta a los 90
En el que estamos comentando, aseguran que en el segundo semestre del 2012, el 70 por ciento de vehículos vendidos habrán tenido más de un dueño, convirtiendo así nuestro parque automovilístico en el más viejo de Europa. De todos los coches matriculados en España, ellos auguran que el 45 por ciento serán de los que pasan la decena de años. Estamos hablando de coches sin ESP y sin muchos sistema de seguridad, ni en la conducción ni en la pasiva. Por supuesto, esto también significa mayor contaminación.
Los coches de 1.000 ó 2.000 euros comienzan a escasear. Pero por más que se echen las manos a la cabeza los de la GANVAN y exijan ayudas públicas, éste es el país que nos han dejado los banqueros y los políticos. De ahí no va a venir ninguna solución. Y, desde luego, los usuarios preferirían un vehículo nuevo a una cachivache viejo. Pero hay muchas cosas que cambiar fuera de la automoción antes que la adquisición de un coche sea una elección más o menos libre para el cliente.