En Canadá sí saben como terminar con el exceso de velocidad. Allí no ponen multas y sanciones como en el resto de países, allí directamente decomisan los coches implicados, y da igual de qué modelo se trate. Esto lo digo porque hace dos meses pillaron a un BMW M6 y a un Ferrari 430 Scuderia circulando a 200 km/h en una zona por la que teoricamente hay que pasar como mucho a 60 km/h.
Según la policía, estuvieron a punto de llevarse por delante a una mujer y su hijo, por lo que se evitó una tragedia de milagro. Sin embargo, para que los dos delincuentes no puedan volver a pisar el acelerador con tanta alegría, han decidido decomisar sus coches. Eso significa que el Ferrari fue vendido a un concesionario local y el BMW M6 será subastado para que alguien lo trate con más mimo.
En casos extremos como el que os comento, las normas canadienses no sólo imponen 15 días de suspensión para los infractores, sino que también se permite decomisar los coches involucrados. Además, la policía se queda con el 70% de la venta, mientras que el propietario sólo se lleva un 30%. Eso es exactamente lo que ha sucedido con el BMW. Sin embargo, el Ferrari no lo conducía su propietario, sino un pariente. A pesar de ello, no se va a librar de la venta, aunque en este caso el propietario percibirá un 50% más el 30% que le pertenece al conductor, quien suponemos que también se lo abonará si es que todavía se hablan.
¿Qué os parece que la policía pueda decomisar un coche ante semejante barbaridad? A mí me parece una idea genial.