A más de uno se le hizo la boca agua cuando fue presentado en el Salón del Automóvil de Pekín. El motor FreeValve de Koenigsegg, del que te habló mi compañero Alex Serrano en abril, se diferencia del resto de motores por el «simple» hecho de prescindir del árbol de levas. Hay que señalar que FreeValve es una división de Koenigsegg que ha recibido una fuerte inversión china para llegar a este punto.
Pensábamos que iba a ser un superdeportivo de la firma sueca el primero en estrenarlo, pero es el fabricante chino Qoros el que lo luce por primera vez bajo el capó. De hecho, el primer motor Qamfree (así es como llamará Qoros a estos propulsores) se dejará ver en el Salón del Automóvil de Guangzhou que ya ha arrancado.
Un funcionamiento menos mecánico
Se trata de un gasolina cuatro cilindros de 1.6 litros. Se beneficia de la turboalimentación y está preparado para funcionar sin árbol de levas. La culata de toda la vida deja su lugar a un tren de actuadores hidráulico-neumáticos que están al tanto del comportamiento de cada una de las dieciséis válvulas de forma individual.
El sistema FreeValve controla de forma electrónica el comportamiento de cada válvula, siendo capaz de modificar los tiempos de activación, la elevación y el momento en el que hay que abrirlas o cerrarlas. El proceso de combustión es cosa suya y lo bueno es que no depende del giro del cigüeñal.
Mejores prestaciones y menor consumo
Si echamos un vistazo a la comparativa entre el primer motor Qamfree y el motor al que sustituye, las ventajas de FreeValve saltan a la vista. Puede llegar a los 230 CV de potencia (un 47% más) y mejora el par motor máximo en un 45% para situarse en 320 Nm. Y no solo eso, sino que reduce su consumo en un 15%. Ahora solo falta que sea fiable…