General Motors se ha cansado de los malos resultados que están cosechando sus eléctricos con autonomía extendida en Europa. Por eso han decidido retirar del mercado el Opel Ampera y el Chevrolet Volt, dos modelos que solo se vendían relativamente bien en los países nórdicos, donde la conciencia ambiental y las ayudas para incentivar la compra de vehículos de este tipo no tienen nada que ver con lo que sucede en otros países como España.
0 Volts y 0 Amperas vendidos en España en 2014
Aquí, en lo que va de año, no se ha vendido ni una sola unidad del Ampera y el Volt. Lo digo fijándome en los datos de la ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), que son cuanto menos preocupantes para las dos marcas del gigante de la automoción. Por eso los días ya están contados, y en el caso del Volt no nos pilla por sorpresa porque Chevrolet abandonará Europa en 2016.
Demasiado caro
Es triste que General Motors haya tomado una decisión como esta. Triste y comprensible. Tuvimos la oportunidad de probar el Ampera y nos encantó, pero ya por aquel entonces dijimos que su precio era demasiado elevado como para tener éxito en mercados tan debilitados como el español. Cuando hicimos la prueba, en septiembre de 2012, costaba 47.305 euros con el acabado Selective (el más básico). Un año después su precio cayó hasta los 38.300 euros, pero eso no ha sido suficiente para convencer a los potenciales clientes, que seguramente prefieren invertir esa cantidad en una berlina premium aunque no sea eléctrica o híbrida.
No era un proyecto razonable para el mercado europeo
En mi humilde opinión creo que se equivocaron a la hora de plantear la llegada de este eléctrico con autonomía extendida. Está muy bien que ofrezca entre 40 y 80 kilómetros en modo exclusivamente eléctrico. Eso nadie lo puede poner en duda. Como tampoco se puede poner en duda el hecho de que consume hasta ocho menos que una berlina diésel de similares características. Pero claro, si tienes que pagar casi 40.000 euros para hacerte con él, la amortización queda demasiado lejos y te da miedo lanzarte. Al fin y al cabo es un Opel o un Chevrolet, no un BMW, un Audi o un Mercedes-Benz. Si no podían bajar de ese precio porque los costes de desarrollo y producción eran elevados, que no se hubieran metido en el fango.
En Estados Unidos sí que está funcionando bien porque se vende a un precio más asequible y las ayudas del Gobierno invitan a hacer un esfuerzo. Aquí pasa todo lo contrario. Es más caro y hay menos ayudas. El fracaso estaba cantado por muy bonito, singular y eficiente que sea.
Actualización: El Ampera desaparecerá en todos los mercados y el Volt recibirá una nueva generación.