Al Opel Mokka lo venimos siguiendo desde el salón de Detroit del año pasado, cuando se desveló el modelo y se confirmó que pasaría a producción. Opel es la firma que más rápido ha reaccionado al fenómeno Nissan Juke y se ha metido de lleno en un nicho de reciente cuño: utilitarios, pero SUV. En la casa de Rüsselheim lo llaman “todocaminos sub-compactos”. En definitiva, se trata de un vehículo que, igual que el Nissan, es un animal de asfalto de ciudad. Pequeño, ágil y dinámico. Ahora que ya está a la venta, Opel quiere subrayar sus virtudes en eficiencia y emisiones, porque argumentos de diseño y de equipamiento no le faltan.
Es un coche muy bonito, seguramente más del agrado de gente que le apasiona el diseño pero no las extravagancias. Es algo sobrio en su carrocería, a mí me recuerda más a una versión miniatura y redondeada del Ford Kuga que no a su verdadero hermano mayor, el Opel Antara. Esto es un halago, sin duda.
La disección completa del vehículo, con toda su gama y precios, además de las características de sus motores, ya os la adelantamos en el mes de julio. Sabéis por tanto que existen versiones con impulsión delantera y con tracción trasera. Y que el vehículo se vuelca sobre todo en un motor 1.7 diesel. Porque en gasolina sólo puedes elegir entre un atmosférico de 1.6 litros y 115 CV en las ruedas delanteras, y un 1.4 turbo con 140 CV y tracción completa.
Un diesel muy logrado
Desde la marca, lo que resaltan es la eficiencia de este diesel. En su variante de tracción delantera, sólo emite 120 g/km de CO2, zafándose del impuesto de matriculación, y consume 4,5 l de diesel en ciclo combinado a los 100 km. El motor genera un par máximo de 300 Nm y 130 CV. Es, por lo tanto, uno de los motores más eficientes entre los de cilindrada y potencia similar. Por supuesto que es de mucha ayuda a estos consumos que la caja de cambios esté bien escalonada en seis velocidades. Y, cómo no, que todos los motores cuenten con sistema de start-stop.
También existe una variante automática de este tracción delantera diesel. Esta versión consume 5.3 l/100 km, lo que equivale a 138 g/km de CO2, que tampoco está nada mal. Siempre viene de serie un filtro de partículas diesel en su sistema de escape, cuestión que no tiene que ver con el consumo pero sí por el respeto al medio ambiente que las marcas empiezan a tener muy inculcado.