La segunda generación del Audi R8 está al caer. Aprovecharán la celebración de un salón del automóvil tan glamuroso como el de Ginebra para presentarnos un deportivo con tintes de superdeportivo que se renovará tanto por dentro como por fuera para no perder adeptos y tener argumentos para plantar cara a la competencia.
Allí estará junto a la versión eléctrica que han preparado, un misil que se convertirá en el primer deportivo 100% eléctrico de quattro GmbH.
R8 e-tron
A Ulrich Hackenberg, miembro del consejo de Audi para el desarrollo técnico, se le ha visto más interesado en el eléctrico que en el de combustión. Lo podemos decir después de leer sus declaraciones para la revista australiana Car Advice, que ha sido la que ha logrado conocer de primera mano los primeros detalles sobre la renovada gama R8.
Comentó que hace más de un año tuvieron que descartar el proyecto por falta de autonomía. Iban por los 220 kilómetros, y eso es poco para un vehículo que pretende estar a la vanguardia en tecnología. Por eso lo dejaron aparcado hasta que encontraron la solución en otro proyecto eléctrico que andaba más avanzado en ese sentido. Ahora pueden hablar de entre 400 y 500 kilómetros, una cifra que no está nada mal porque te permite hacer trayectos relativamente largos sin sufrir por la carga.
Ofensiva eléctrica
Otro comentario interesante tiene que ver con el futuro de Audi en general. Hackenberg dijo que de ahora en adelante no se imaginan ningún lanzamiento que no ofrezca una alternativa eléctrica. Y con eso no se refiere solo a versiones puramente eléctricas, sino que también se refiere a los híbridos enchufables (plug-in hybrid). Pretenden plantar cara a Tesla y por eso ya piensan en un coche 100% eléctrico que pueda hacer sombra al Model S con 500 o más kilómetros de autonomía.
Adiós al cambio manual
Volviendo al Audi R8 de segunda generación, hay que decir que los entusiastas del cambio manual tendrán que pasar por la piedra. O cambio automático de doble embrague o nada. La baja demanda de las transmisiones manuales les obliga a tomar esta decisión para ahorrar costes. Además, consideran que el doble embrague que ofrecen es perfecto para sacarle el máximo rendimiento al R8, sobre todo en circuito.
Por lo que no hay que preocuparse es por la continuidad de los motores turbo V8 y V10. Están trabajando en propulsores más potentes y eficientes que los actuales V8 de 4.2 litros y V10 de 5.2 litros.
Nota: El que ves en las imágenes es un Audi R8 creado por ordenador.