La crisis económica no está ahogando a todos los sectores de la automoción. Hay uno que resiste estas tempestades económicas e incluso es capaz de mostrar unos números negros en lugar de los habituales rojos que se ven en cuanto a las ventas de coches nuevos. Este sector al margen de la crisis, aunque lo note algo de forma mínima, son aquellos que se dedican a vender coches de segunda mano. El vehículo de ocasión está al alza: cada vez se venden más y se reducen los precios para el comprador.
El comienzo de 2012 ha supuesto un gran impulso para aquellos que se dedican a comerciar con coches de segunda mano. El negocio, en comparación con las ventas nuevas, va viento en popa, a toda velocidad. Porque durante estos dos primeros meses de 2012, las ventas de coches de ocasión se elevaron hasta las 265.107 unidades, es decir, un aumento de un 11 por ciento en comparación al enero y febrero de 2011. Los coches más vendidos fueron los utilitarios, con 242.190 unidades (un 11 por ciento más) seguidos por los todoterrenos con 122.917 unidades, es decir, un 10,5 más respecto a hace doce meses. La comparativa con los coches a estrenar es abrumadora: se vendieron 2,2 coches usados por cada vehículo sin estrenar.
El motivo no sólo es porque son más baratos que uno nuevo, sino porque además estos coches de ocasión descendieron su valor en el mercado, quedándose los precios sobre los 12.620 euros de media, un 1,4 por ciento menos en comparación al mismo período del ejercicio pasado. Pero si además estos coches superan, o tienen como mínimo, los diez años de antigüedad (o el equivalente en kilómetros a unos 100.000), ese valor se revaloriza, porque por unos 1.000 euros pueden encontrarse algunas gangas. Y esta tendencia irá al alza mientras no se reactive la economía. O mientras las marcas no hagan campañas aún más agresivas, pues eso de dar el coche viejo como aval de uno nuevo no parece que cuaje. Ese coche viejo vale más en el mercado de ocasión.