Por lo menos ha tenido la decencia de dimitir, cosa que otros chupópteros no se atreven a hacer para no perder su silla en el Congreso de los Diputados, por citar un lugar en el que se vive bastante bien. Me refiero a Narcís Clé, jefe de Tráfico de Girona que ha decidido dejar su puesto a otro después de que un radar móvil le cazara circulando a 160 km/h por la AP-7.
Lo más divertido de todo es que le pillaron a esa velocidad después de reunirse con el director del Servei Català de Trànsit y el conseller de Interior. Se citaron para fijar las nuevas líneas de actuación en materia de seguridad vial y no debieron hablar demasiado de la velocidad máxima permitida por ley. Narcis, por unos momentos, llegó a creer que circulaba por una Autobahn alemana.
Ha perdido dos puntos del carné, 300 euros (150 si paga la multa en los primeros 20 días) y su puesto de trabajo. Sorprende mucho porque llevaba más de 10 años en el cargo, y lo más curioso es que no le podían cesar porque no es un cargo electo, sino funcionarial. Menos mal que ha sido un poco honrado.