¡De locos! La llegada del Hyundai Nexo es una buena noticia porque se trata de un coche de hidrógeno, pero cuando uno se entera del precio de venta se queda con una cara… ¿Quién va a pagar los 69.000 euros que cuesta? Muy poca gente. Pasará con más pena que gloria por un país en el que la gente no se puede permitir el lujo de acudir en masa a los concesionarios para llevarse un SUV que cuesta tanto dinero. Le pasó al Opel Ampera en su día, que era muy bonito y llevaba la etiqueta de pionero, pero se vendía a un precio tan elevado que no tardó en desaparecer del mercado.
Orientado a empresas
En Hyundai no se chupan el dedo y tienen información más que suficiente como para saber que el Nexo no lo va a petar. Por eso dicen que está destinado a empresas que quieran ir de responsables con el medio ambiente diciendo que en sus flotas hay coches que funcionan con hidrógeno. Eso sí, los particulares que lo deseen también podrán adquirirlo.
Olvídate de unas grandes prestaciones
El SUV surcoreano es bonito, pero sin pasarse. Si a eso le sumamos que su motor no es nada del otro jueves, me temo que no habrá mucha gente interesada. Funciona con un propulsor eléctrico de 120 kW (163 CV) y 395 Nm de par máximo, pudiendo acelerar de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos hasta alcanzar una velocidad punta de 179 km/h. La parte positiva es que su autonomía, según ciclo NEDC, es de 800 kilómetros. Además, sus tres tanques de hidrógeno de 52,2 litros se rellenan en solo 5 minutos, lo cual es otro punto a su favor.
En el mercado encontramos alguna que otra opción parecida a la del Hyundai Nexo. Es el caso del Toyota Mirai (154 CV y 500 km de autonomía) y el Honda Clarity Fuel Cell (177 CV y 700 km de autonomía).
No es país para hidrógeno
El principal problema con el que se topará el cliente del Nexo tiene que ver con la insuficientes puntos de repostaje de hidrógeno que hay en España. Por ese motivo Toyota descartó su venta en territorio nacional.