Bueno, ansiosos, ya queda poco para el Salón de París, apenas dos semanas. Ya podréis ver hasta las entrañas del Golf VII. Desde la norteña Wolfsburgo van dejando ir con cuentagotas las informaciones, pero si rebuscáis en internet ya podréis ver unas cuantas recreaciones que se han hecho con ordenador por auténticos pirados del Golf, como la foto que os hemos puesto en la cabecera del artículo. A tenor de lo visto y lo especulado, poco cambia por fuera, y la marca hace ahínco en que lo importante está en el interior.
Ya lo comentamos en Motor a Fondo; se construirá sobre la misma plataforma modular que el Audi A3, el nuevo León y que bien seguro también se extenderá a Skoda. El objetivo es abaratar costes de producción, que no de venta. Porque seguirá siendo un coche demasiado caro para lo que ofrece. Aunque eso no le importa un comino a la legión de Golfistas. También facilitará que su fabricación sea más rápida. Un coche más barato de hacer, que se construye más fácilmente y que sube así su margen de beneficio. La panacea, en pocas palabras.
La innovación va por dentro
Será igual de alto que el actual, aunque la distancia entre ejes aumentará para que haya más espacio dentro y en el maletero, y también pesará 100 kilos menos, con lo que se espera mejorar su eficiencia de consumo. Eso sí, gadgets electrónicos tendrá todos los que quieras: un diferencial electrónico con cinco posiciones, el Adaptative Cruise Control calcado del A3, el Park Assist de segunda generación, el frenado de emergencia para ciudad y un sistema automático también para el frenado que se llama Multicollision brake. Como veis, todo orientado a la seguridad en la conducción.
Pero ya sabéis que el grupo VAG suele dormirse un poco en los laureles en cuanto a tecnología mecánica. Se sacan algo de la manga, como los motores TSI o el cambio DSG y luego se quedan mirando al vacío. Buen ejemplo es que mantuvieron los sucios turbodiesel de inyector monobomba hasta cinco o seis años después de que el resto de las marcas generalistas mejoraran los motores diesel con el common rail. También fueron los últimos en incorporar suspensiones multibrazo. Su fiabilidad mecánica y electrónica no está entre las primeras. De hibridación ni hablemos, porque van dos pueblos por detrás de otros; declararon en su día que este coche tendría una variante híbrida, pero no se ha vuelto a oír ni una palabra ¿Y cómo es posible que sigan teniendo tanto éxito? Es una buena pregunta, pero algo tiene que tener para que enamore a tantos.
Ah, se me olvidaba. Para los que estéis pensando en el próximo “supergolf”, el R, ya hay fotos espías de las pruebas que se están haciendo en carretera cerca de la sede de Volkswagen. Dicen que llegará a los 280 CV. Antes que poneros más fotos de un bulto metálico tapado con mantas, mejor este vídeo sobre el nuevo Golf que Volkswagen colgó en Youtube hace un par de días.