El récord de prestaciones para un vehículo diesel –hasta que alguien lo vuelva a romper– pasa esta semana a manos del Trident Iceni Magna, con el pack ‘Track Performance’. Son 660 CV, de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y una velocidad punta de 305,78 km/h.
Si en el 2008 o 2009, Audi hubiera seguido con el plan de fabricar un R8 con el motor diesel V12 6.0, es probable que hoy no estuviese escribiendo este artículo. Por entonces, el grupo VAG embutió un propulsor de camión dentro de un Q7, convirtiéndose en el coche diésel más potente de la historia con sus 500 CV. Mera fuerza bruta, pero desde luego no era el diesel más rápido en una pista, considerando lo que pesa el SUV más grande de Audi. Hoy este motor no está dentro de ningún vehículo del mega-consorcio.
El fabricante artesanal británico Trident dejó hace unos años los motores de gasolina y optó por explorar las posibilidades netamente deportivas de un propulsor de gasóleo. La última carrocería de su modelo Iceni, que es ésta que figura en la foto, sirve de escaparate para anunciar unas prestaciones que desbancan en fuerza al motor Audi y, por descontado, en velocidad.
La familia diesel y la herencia americana
Trident empezó a finales de los 60 y ha ido interrumpiendo su actividad en tres o cuatro ocasiones por tropiezos financieros. En cualquiera de sus etapas, el común denominador es que siempre utilizó motores americanos de gasolina de gran cilindrada: Ford, Chrysler, GM… Lo que sea.
Lo que es más inusual tratándose de británicos, es el gusto por la estética también norteamericana. Si comparas las fotos del Iceni Magna y las de un Chrysler Crossfire, verás que tampoco hay tanta distancia entre ellos…
El gran motor
En el 2007 se asientan definitivamente en Norfolk y bajo el mando de dos de los primeros fundadores se establece el objetivo de hacer un deportivo biplaza tan rápido como eficiente y se decantan por el diesel. Ahí nace el primer Iceni descapotable y después el de techo cerrado.
El propulsor elegido para ser desarrollado por los ingenieros es un 6.6 litros V8 con dos turbos. ¿De dónde sale este motor? No se explica en ningún momento, pero si seguimos el rastro de los proveedores históricos de Trident, veremos que General Motors trajo al mercado de los vehículos industriales un bloque de características idénticas en el 2001. Se desarrolló junto a la división americana de Isuzu, se llama Duramax V8 y sigue plenamente vigente después de siete revisiones y actualizaciones.
Ahí podría estar el parentesco. Pero mientras el Duramax eroga 300 CV, en Trident lo han potenciado hasta los 400 CV para los Iceni de acabado estándar. Y antes de los 660 CV del pack de circuito, hay un escalón intermedio denominado ‘Performance Pack’ con 430 CV.
Biodiesel y eficiencia
Daniel Monaghan, uno de los fundadores, dijo recientemente:
Hemos trabajado extremadamente duro para llegar hasta este punto, y toda la plantilla en Trident está muy emocionada por haber conseguido el superdeportivo diesel más eficiente del mercado.
Los ingenieros dicen que, con un sólo depósito, en la versión de 400 CV se pueden recorrer 3.218 kilómetros. Créetelo o no, ésa es la cifra que homologan sin tener que parar a repostar. Explican que el truco consiste en la contención del peso y en la gestión de la caja automática de seis velocidades, de la que no se especifica rigurosamente nada.
Además, la unidad de control electrónica está preparada para hacer funcionar el coche con gasóleo corriente o con cualquiera de los biodiesel existentes, ya provengan del reciclado de aceites alimentarios o del procesado de biomasa. Tampoco importa si los aditivos son parafina o keroseno. El rango de combustibles emparentados al gasoil es completamente abierto.
Aquí quedan las fotos de la familia Trident Iceni. En alguna parte del planeta, alguien ya está verde de envidia y se ha puesto a maquinar cómo saltar el listón que ha puesto Trident. Yo me quedo a esperar a ver qué próximo prodigio diesel vendrá a continuación.