Malas noticias para los fans del circuito de Nürburgring Nordschleife. Ni con las elevadas tarifas de 2011 se han logrado cubrir las pérdidas que se generan en el Infierno Verde debido a sus elevados costes de mantenimiento. La situación no es nueva, y lo peor de todo es que no hay inversores interesados en revertirla.
Nürburgring GmbH, la empresa estatal que se encarga de explotar las pistas, está muy preocupada por las deudas. En estos momentos ascienden a 330 millones de euros, una cantidad que el banco público ISB y el Estado de Renania-Palatinado quieren recuperar cuanto antes. Para empezar, ya han asegurado que no van a dejarles ni un euro más.
En su día ya cometieron el error de prestar 524 millones de euros para un proyecto que fracasó. Se aprobaron unas obras de ampliación que entre otras cosas incluían la construcción de un parque temático que iba a ser un éxito total. Lejos de lo que se pensaba, la afluencia de público ha sido mínima desde que se puso en marcha y no ha habido forma de rentabilizarlo.
Se ha llegado a pedir apoyo a la Comisión Europea. Angela Merkel ha tratado de convencer a sus colegas, pero ha sido imposible, sobre todo porque pronto tendrá sustituto. Tras 83 años de historia ligados al mundo del motor y la competición, parece que sus últimos días están más cerca que nunca. A menos que lo impida algún inversor…