A Adrian Newey le encanta conducir, se apunta a cualquier competición de circuito donde le dejen. Muchos llaman “el genio de la lámpara” porque los diseños de sus monoplazas llevan tres años imponiéndose con mano de hierro en la Formula 1. Y sí, le encanta conducir, pero lo hace como un patán. Su tierno Vettel fingerboy debería darle alguna clase…
Newey tiene un largo recorrido de infortunios al volante que revisaremos, pero en el vídeo veremos su última gesta: chafar en un muro de protección de Silverstone todo un Lamborghini. Y eso que era en la vuelta de formación antes de empezar la segunda carrera del campeonato Lamborghini Super Trofeo Europe. Obviamente tuvo que retirarse y no llegó ni a la línea de partida.
Newey va dando dando volantazos, tratando de calentar las ruedas delanteras, cuando infelizmente pierde el control y se va en línea recta fuera de la pista.
Nutrido historial de trompazos
Retrocediendo en el tiempo, algo similar le ocurrió en el 2006. Aquella vez desahució un Ford GT40 durante el célebre evento de coches clásicos en Le Mans. En la segunda chicane del circuito volvió a trazar una recta y hasta luego…
El mismo año, en el festival de Goodwood, reincidió pero el que se fue directo al chatarrero era un Jaguar E-Type. Como puede comprobarse, no tiene manía a ninguna marca en especial; cualquiera le viene al pelo.
En todos estos accidentes Newey se marchó a casa ileso y por su propio pie. Pero en el 2010, mientras pilotaba un Ginetta G50 en la copa británica de Snetterton se arreó otro mamporrazo memorable. El coche quedó gravemente dañado y Newey sufrió heridas menores, pero tuvo que ser hospitalizado.
Adrian, amigo, sigue con tus dibujos y modelos de ordenador para ver si mejoras el RB9, pero deja los coches de los demás tranquilos. Es que no queremos que te pase nada. Yo no me meto en un circuito porque correría la misma suerte que tú o peor. Me estoy quietecito y conduzco mi Focus relajadamente.
un estudio,lapiz y papel es lo recomendable para el viejo,la imaginación lo vuelve ciego al conducir…
Hahhaahaha… No sé si es que se vuelve ciego o simplemente es más torpe que yo.
He conducido en circuito unas cuantas veces, y tengo que admitir que nunca se me dará bien. Por lo tanto, me mantengo al margen y si he de subirme en un deportivo dentro de una pista, nunca, nunca, nunca, hago nada que esté por encima de mis aptitudes como conductor. Este señor debería hacer lo mismo.
Un saludo grande