La Semana Santa de este año ha sido menos mala que la del año pasado y con diferencia, pese a las actividades de motor. Pese a que no es un dato para estar contentos porque todavía hay personas que han perdido la vida al volante, lo cierto es que siempre gusta escuchar que el número de fallecidos es cada vez menor.
Este año han muerto en la carreteras durante la Semana Santa un 27% menos de personas, habiendo que lamentar 48 personas fallecidas, que son demasiadas. El número de accidentes también ha sido menor, pues hemos pasado de 57 a 46.
Está claro que poco a poco los conductores van siendo más responsables. Si a eso le añadimos que cada vez hay más radares y que los coches son más seguros cada año que pasa, las cifras son menores por lógica. Esperemos que cada año disminuyan más y que por fin en un futuro no muy lejano no tengamos que lamentar ninguna muerte. Utopía o no, hay que intentarlo.