En Dacia tienen motivos más que suficientes para sonreír. Las ventas no han dejado de crecer desde que la marca rumana llegó al mercado, algo que no es de extrañar teniendo en cuenta la relación calidad-precio que ofrecen a sus clientes. Tal vez el único inconveniente es que en ocasiones catalogan de superficiales algunos elementos de equipamiento que son indispensables, como por ejemplo el aire acondicionado en un país tan caluroso como España.
Números que hablan por sí solos
El primer semestre de 2017 ha sido el más positivo de su historia. Vendieron 245.453 unidades (un 9,3% más que en el mismo periodo del año anterior) y alcanzaron una cuota de mercado del 2,6% (un 0,2% más). Además, no hay que olvidar que el Dacia Sandero es el coche que más ventas a particulares acumula y el Dacia Duster ocupa la tercera posición en el segmento SUV.
No quieren perder el norte
Con esos datos es normal que no quieran complicarse la vida. Lo que les preocupa es mejorar sus productos día tras día, que es justo lo que les ha permitido crecer tan rápido en tan poco tiempo. Antes veíamos un Dacia y decíamos que era muy feo, pero ahora no podemos decir lo mismo. Es verdad que el diseño todavía tiene mucho margen de mejora, pero no menos cierto es que se han puesto a la altura de muchas marcas generalistas que no se ven capaces de competir en precio.
Jean-Christophe Kugler, CEO de la compañía, ha sido el encargado de acabar con los rumores que apuntaban a un crecimiento de la gama. Con los Sandero, Logan, Logan MCV, Lodgy, Duster, Dokker y Dokker Van tienen suficiente. Todos esos modelos se venden en España y cuentan con una versión de GLP (Gas Licuado de Petróleo), lo cual es una ventaja en términos de ahorro de combustible. Eso sí, por ahora no se han atrevido con variantes eléctricas e híbridas, pero estoy convencido de que están trabajando en ello.