Gracias a la crisis y al hecho de saber aprovechar una oportunidad, en Dacia han encontrado un sitio en el competido sector de la automoción. La marca rumana renació en 2004 de la mano de Renault y desde entonces han sido capaces de vender 3,5 millones de unidades en todo el mundo.
La primera generación del Logan nos hizo saber que estábamos ante coches fiables y baratos. También feos, porque esa generación es un horror, pero eso era lo de menos cuando uno se fijaba en el precio. Además, con el paso de los años hay que reconocer que han mejorado una barbaridad en materia de diseño.
Creciendo a pasos agigantados
Renault había comprado Dacia en septiembre de 1999. Un año más tarde lanzaron un modelo actualizado llamado SupeRNova, que no era más que una versión mejorada del Nova con motor y transmisión de la firma francesa. Después llegó el Solenza, pero tuvo que ser el Logan el que abriera la lata de los éxitos, ya que esos dos no triunfaron más allá de Rumanía.
Denis Le Vot, vicepresidente senior de Ventas y Marketing para Europa G9, está encantado con lo que han sido capaces de lograr:
Hoy estamos entregando la llave del Dacia número 3,5 millones. Estoy muy contento de hacerlo en el Reino Unido, donde la marca aterrizó en 2013. Para llegar a este hito de 3,5 millones de clientes, Dacia reafirma su éxito gracias a una promesa clara y sencilla que responde perfectamente a las expectativas de los clientes que buscan coches seguros y con características y servicios modernos a precios asequibles.
¿Coches demasiado sencillos?
No le falta razón cuando habla sobre esa promesa clara y sencilla. Sin embargo, en ocasiones los Dacia se recrean en la sencillez y se olvidan de que hay cosas que ellos consideran superficiales cuando en realidad no lo son. ¿O acaso no es necesario el aire acondicionado en un coche cuando te mueves por el sur de Europa? Sea como sea, su estrategia de precios es muy clara y mientras les funcione no van a cambiar. Llegan a la gente con pocos recursos, o simplemente a clientes que teniendo dinero no están dispuestos a acometer una gran inversión en un coche.