Con todos mis respetos, no es lo mismo mirar por el retrovisor y ver un SEAT León que escuchar el rugido de un Nissan GT-R Copzilla que te persigue con una cara de mala leche que intimida a cualquier delincuente.
El Salón del Automóvil de Nueva York, que arranca la semana que viene, tendrá el privilegio de mostrarnos un vehículo policial de los que no se ven todos los días. Será el encargado de velar por la seguridad de los Nissan 370Z Heritage Edition y Nissan GT-R Track Edition.
Un propulsor a la altura
Creo que no hace falta enumerar los motivos por los que impresiona. Su carrocería habla por sí sola y bajo el capó sabemos que se esconde un motor capaz de dar caza a los más rápidos. Es un V6 biturbo de 3.8 litros que desarrolla 570 CV de potencia y 635 Nm de par máximo. Gracias a ello puede pasar de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos hasta alcanzar una velocidad punta de 315 km/h.
El GT-R más bestia que has visto en tu vida
A nivel estético lo que más me ha llamado la atención son sus enormes llantas de aleación de 22 pulgadas lenticulares. Las han fabricado empleando fibra de carbono y han optado por unos pinchos que sustituyen a los tornillos de toda la vida.
Ese detalle no es el único que habla de la mala leche de este GT-R Copzilla. Su alerón, de un tamaño desproporcionado, y sus defensas metálicas, son otros dos motivos por los que más de uno y de dos admirarán su figura en cuanto esté circulando por las calles de Estados Unidos.
En la carrocería, que ha sido ensanchada para la ocasión, apreciamos un vinilo del Skyline Metro Police Department situado justo en la puerta del conductor y el acompañante. Justo encima hay una franja dorada que recorre casi toda su longitud, mientras que el número 23, en plan homenaje a Michael Jordan o LeBron James, se deja ver justo debajo de los faros delanteros.