Con el temporal que está azotando gran parte del territorio español, no es de extrañar que en estos días nos tengamos que ver las caras al volante con el incómodo viento. El viento no se ve, no asusta más que una tormenta ni es tan molesto como la lluvia o una fuerte nevada. No obstante, cuando una intensa ventisca sopla a más de 100 km/h, se transforma en un fenómeno meteorológico muy peligroso cuando se viaja en coche. Una racha de viento repentina puede afectar a la velocidad de un vehículo, a su dirección (ya sea al suyo o al que está al lado), así como arrastrar objetos inesperados a la carretera. En momentos así, lo mejor es atender a los siguientes consejos que te ofrecemos.
Consejos para conducir con viento fuerte
Reduce la velocidad
Imagina que estás conduciendo en un día de viento más bien fuerte. Así, notas cómo las ráfagas provocan bandazos en el coche, la vegetación se mueve demasiado en el exterior y algunos contenedores de basura se mueven o están tumbados. Estos son los primeros síntomas, pero hay mucho más. Para evitar que el viento empuje demasiado de cola o en los costados, debemos generar más resistencia y viajar siempre a una velocidad reducida, subiendo las revoluciones sobre todo en zonas de montaña, puentes y a la salida de un túnel. Es recomendable además conducir con suavidad y mover el volante despacio.
Manos firmes en el volante
El rumbo de un vehículo puede cambiar peligrosa y repentinamente cuando nos alcanza una violenta ráfaga de viento. Mantén las dos manos firmes al volante, evita que se mueva y no lleves tu mano al cambio de marchas en puentes, salidas de un túnel y también cuando adelantes a un camión grande. Una ráfaga generada por una borrasca fuerte es como un golpe inesperado, y si tú también te mueves cuando alguien te da un empujón, al coche le puede pasar lo mismo. Repetimos: sostén el volante con firmeza con las manos puestas en posición de «dos menos diez».
Cuidado con los camiones y remolques
Conduces por autopista y adelantas a un camión grande, hasta aquí todo bien, pero si está soplando viento fuerte de costado, el coche puede notar un cambio importante en su dirección y en el balanceo de la suspensión. El viento que empuja de lado, deja de hacerlo durante el adelantamiento al camión y después vuelve a empujar. Estos cambios crean inestabilidad en la trayectoria del vehículo, no solo en el tuyo, sino en aquellos que te rodean en el asfalto. Ten cuidado a la hora de adelantar camiones y con aquellos que te acompañan en la carretera.
Los neumáticos de tu coche
Los neumáticos tienen un papel importante y fundamental en la seguridad vial, es nuestro punto de unión con la carretera y por lo tanto, habrá una gran diferencia en el agarre, adherencia en mojado y control de estabilidad dependiendo del desgaste del dibujo.
Situaciones con mayor peligro
– Aumenta la precaución al salir de túneles y zonas muy protegidas del viento (como los tramos con barreras antirruido), ya que una vez superados estos espacios, la incidencia del viento será mayor y llegará de forma repentina.
– Recuerda que en ciudad, muchos escombros como bolsas, contenedores, hojas o ramas, ruedan por el suelo y pueden invadir las vías asfaltadas. Además de esto, ten cuidado con posibles desprendimientos.
– Cuidado con el carril contrario y mantén una distancia de seguridad con los demás coches más amplia de lo común. Presta especial atención a ciclistas o motociclistas, más afectados por los fuertes vientos.
– Al pasar un puente, fíjate en las mangas de viento para conocer de dónde sopla y su intensidad.
No olvides consultar nuestros consejos sobre cómo conducir con lluvia en la carretera.