La prórroga del famoso Plan PIVE no ha venido sola, sino que lo ha hecho acompañada del Plan PIMA Aire, que por si todavía no lo sabéis está enfocado a profesionales y empresas, ya que se trata de una ayuda a la compra de vehículos comerciales de hasta 3,5 toneladas. En total hay 38 millones de euros de presupuesto y servirá para apoyar entre 35.000 y 50.000 operaciones de compra.
Con este plan no solo se pretende luchar contra las emisiones de dióxido de carbono que emiten en mayor medida los vehículos más antiguos. También se pretende mantener hasta 700 puestos de empleo y generar unos 50 millones de euros que irán a parar a las arcas del Estado.
Condiciones y requisitos para acogerse al Plan PIMA Aire
– Es imprescindible achatarrar un vehículo industrial de hasta 3.500 kilos y un mínimo de 7 años de antigüedad. No hay kilometraje mínimo exigido. Teniendo en cuenta que hace 7 años ningún vehículo industrial montaba un filtro de partículas, se espera que con el plan las emisiones de partículas en suspensión desciendan en un 94% para cada vehículo. Si hablamos de dióxido de carbono esa disminución oscilará entre el 15 y el 20%.
– Las empresas que quieran renovar su flota de vehículos deben saber que hay un límite de hasta 200.000 euros por entidad.
– Las ayudas cubren la compra de vehículos comerciales con etiqueta energética A, B, C o D. Eso significa que hay menos restricciones que con el Plan PIVE, que solo permite las A y B (y la C en determinados casos).
– La ayuda es de 2.000 euros para vehículos de hasta 2.500 kilos (1.000 los aporta el Gobierno y los otros 1.000 el fabricante). Para los vehículos de entre 2.500 y 3.500 kilos la ayuda es de hasta 4.000 euros (también repartida de forma equitativa entre el Gobierno y el fabricante).
Para más información os recomiendo visitar las disposiciones generales en el Boletín Oficial del Estado.