El Chevrolet Captiva se renueva de cara a su presentación en el Salón del Automóvil de Ginebra, que como sabéis se celebrará a principios del mes de marzo. El SUV de 7 plazas no llega con importantes cambios, pero sí hay que destacar algunos elementos que ahora incorpora de serie.
Pinceladas y poco más
La firma estadounidense ha utilizado su nuevo lenguaje de diseño para actualizar su estética. Ahora es más atractivo gracias a los cambios que modifican tanto el frontal como la zaga. En la parte trasera encontramos nuevas luces LED, los parachoques son distintos y los faros antiniebla son de nueva trinca.
Las llantas de serie pasan de 17 a 18 pulgadas y podemos arrancar el Captiva sin tener que utilizar una llave. En el interior hay nuevos colores y tejidos, siendo el cuero el material más noble que puede recubrir los asientos. Hay iluminación ambiental y calefacción en los asientos de las plazas traseras.
En lo que a motorizaciones se refiere no hay ningún cambio. Las opciones siguen siendo las mismas, dos gasolina (2.4 de 167 CV y V6 de 3 litros y 258 CV) y dos diésel (un 2.2 de 163 o 184 CV).
El precio de su predecesor, el modelo que se comercializa ahora mismo, parte desde los 26.500 euros. Lo más lógico es pensar que no variará mucho.