Un viaje con toda la familia puede ser idílico, pero si el trayecto es largo y lo vas a hacer en coche tienes que estar preparado para todo. Si viajas con niños pequeños vas a escuchar eso de… «tengo pipi, ¿cuánto falta? No puedo más». Es un clásico porque los más pequeños de la casa no son capaces de esperar para hacer sus necesidades.
Como nosotros tampoco tenemos demasiada paciencia y estamos deseando dejar de escuchar esa frasecita que poco a poco te va comiendo el cerebro, lo que solemos hacer es frenar el coche en seco y bajar para solucionar el problema de raíz. Es en ese momento cuando otros conductores ven que tu hijo está orinando en pleno arcén como si fuera lo más natural del mundo.
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