Si conduces un Lamborghini Murciélago y no eres todo lo prudente que deberías ser, es probable que te pase lo mismo que al protagonista del vídeo que comparto contigo en este artículo.
Supongo que es fácil convertirse en un conductor prepotente y osado cuando tus manos tocan el volante de una bestia de 580 CV de potencia. Acelerar de 0 a 100 km/h en menos de cuatro segundos es sinónimo de diversión, pero esa diversión puede acabar tan mal como en esta historia que tuvo lugar en Canadá.
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