Las ventas de coches se han reducido notablemente durante la crisis, por eso los particulares se han visto obligados a intentar alargar al máximo la vida de su viejo utilitario. Talleres mecánicos y desguaces han sido los más beneficiados por la subida en su actividad.
Especialmente los desguaces porque se pueden encontrar piezas de repuesto a un precio entre un 30% y un 80% más barato que en las tiendas oficiales de las marcas. Estos sitios han pasado de ser viejas chatarrerías sin ningún tipo de interés o cementerios de coches usados, a convertirse en modernos centros de descontaminación, reciclaje y reutilización de los componentes del automóvil.
Recuerda que si acudes a un desguace para comprar piezas de sustitución, es recomendable preguntar acerca de las garantías, devoluciones y cambios, por si no quedas satisfecho con el material. Intenta acudir siempre a centros autorizados, ya que dan garantías sobre las piezas usadas de entre uno y tres meses.