En diciembre del año pasado supimos que la fábrica Opel de Bochum no seguiría en funcionamiento más allá del año 2016. General Motors había dictado sentencia y muchos trabajadores se iban a quedar sin sus puestos de trabajo cuando llegara esa fatídica fecha.
Hoy volvemos a tener noticias sobre ese tema, y no precisamente buenas. Opel cerrará una de sus cinco fábricas en Alemania antes de lo previsto, ya que los trabajadores de la planta de Bochum no han aceptado un plan de congelación salarial que sí han aceptado los trabajadores de las otras cuatro fábricas. A principios del año que viene bajarán la persiana para siempre.
No es nada extraño que General Motors haya tomado esta dolorosa decisión, más que nada porque Opel arrastra pérdidas desde 1999. Ahora mismo sobreviven gracias a lo que se vende en China y Estados Unidos, así que pronto podríamos asistir al cierre de otras plantas que tienen repartidas por Europa, donde obtener beneficios es cada vez más difícil.