Si te estás planteando la posibilidad de comprarse un coche nuevo, continua leyendo porque esto te interesa seguro. Después de muchos meses de espera, quizás haya llegado el momento. Gracias a la crisis del sector automovilístico, los concesionarios acumulan un mayor stock de vehículos que necesitan vender como sea para dar entra da a los nuevos modelos. Si sabes aprovechar esa situación conseguirás abaratar sensiblemente el precio del coche que deseas comprar.

El mejor momento para comprar es a finales de año, momento en el que los concesionarios revisan las ventas anuales y liquidan el stock sobrante. Las marcas conciertan a principios de año un determinado número de ventas con cada concesionario oficial, de modo que si no llegan a la cifra, el concesionario se ve obligado a realizar importantes ofertas para cumplir el objetivo. Actualmente muchos concesionarios venden con márgenes mínimos porque las agresivas ofertas que realizan las marcas, se unen las que a su vez realizan los concesionarios. Todo esto beneficia al comprador, especialmente si desea adquirir alguno de los vehículos en exposición.
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La situación sigue siendo desesperante en España. Después de que terminara el Plan 2000E, los concesionarios no han podido levantar cabeza, se venden muy pocos coches y eso no hará otra cosa que cebarse con los miles y miles de empleados que trabajan en el sector de la automoción. Con octubre ya cerrado, podemos decir que la caída en las ventas es de un 37,66% con respecto al mismo mes del año anterior. Sólo se han podido vender 61.366 coches, motivo por el cual todavía no hemos podido ver ninguna matrícula con la H como primera de las tres letras.

Según Ganvam (Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor), si la cosa no mejora nos situaremos en un nivel de ventas similar al del principio de los años noventa, llegando a reconocer una caída del 50% respecto al año 2007. La verdad es que es una auténtica barbaridad, un reflejo de la crisis económica que sigue viviendo nuestro país y que parece no tener fecha de caducidad.
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Seguramente si tienes coche sabrás que tiene un gasto de mantenimiento bastante importante. Pero si todavía no te has comprado un automóvil te será de gran ayuda conocer cuánto gasta cada vez que recorre un kilómetro, pero no es el único gasto que genera.

Los gastos fijos son todos aquellos que el vehículo ocasiona independientemente de la cantidad de kilómetros que haga, pueden ser el seguro, impuestos, garaje y batería. Para un análisis correcto, ten en cuenta que a mayor kilometraje por año, menor gasto fijo por kilómetro. Respecto a los impuestos, existen los nacionales, regionales o municipales, que varían según el país, y que se pagan con diferente regularidad (mensual, anual, trimestral).

Otros gastos importantes pueden ser el seguro (a todo riesgo o a terceros), el estacionamiento (plaza de parking), lavado (si lo haces con una determinada regularidad). Por otro lado, el desgaste de todos los elementos del coche también se deben de tener en cuenta. Por ejemplo, se calcula aproximadamente un recambio de batería cada dos años, al igual que el cambio de filtros o refrigerante.

Luego los gastos variables están en proporción directa al uso que se le da al automóvil, a mayor cantidad de kilómetros, mayor gasto. Un claro ejemplo son los neumáticos. Por otro lado, puedes conocer el combustible que gasta por cada 100 kilómetros, el manual de tu auto te dirá aproximadamente su consumo medio. Esa cantidad la deberás de multiplicar por el precio de un litro del combustible.

Tampoco puedes olvidar el cambio de aceite, normalmente se hace cada 8.000 kilómetros. Además, en cada cambio se renueva el filtro, así como el filtro de aire y el de combustible. También debes sumar la mano de obra por realizar esa tarea.

Luego tenemos algunos componentes que puede que no se lleguen a cambiar nunca, pero en caso de avería, conviene tenerlos en cuenta como las correas de distribución que muchas tienen un cambio planificado cada determinada cantidad de kilómetros. Los neumáticos se estiman la duración media de una cubierta en 40.000 kilómetros o cada dos años aproximadamente.

La Comisión Europea por fin ha decidido echarle un capote a los muchos talleres de coches que están sufriendo tanto en estos últimos años. A partir de hoy, cualquier taller puede arreglar un coche en garantía, sin necesidad de que sea el taller oficial. Ahora las marcas de coches no podrán exigir a sus clientes con garantía que pasen por el taller para realizar operaciones tan sencillas como el cambio de aceite.

Uno de los objetivos es que los costes de los consumidores finales se reduzcan, ya que por todos es sabido que los talleres oficiales suelen abusar. Las marcas tendrán que poner a disposición de los talleres las piezas de una forma más sencilla, pues este suele ser uno de los problemas más frecuentes.

Lo que sí que podrán seguir pidiendo las marcas es que las piezas en garantía se cambien en sus talleres oficiales. De momento los fabricantes tienen 3 años para ir adaptándose a esta nueva medida, así que creo que tendremos que seguir acudiendo a los talleres de los concesionarios durante un tiempo.
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