Ya os habló sobre ello mi compañero Alex durante el pasado mes de abril. La Dirección General de Tráfico (DGT) ideó un plan maquiavélico gracias al cual puede saber qué vehículos no han pasado la ITV. Lo sabe porque cruza datos con las empresas que se dedican a revisar que todo está en orden antes de engancharte la pegatina que te recuerda que algún día volverás a hacerles una visita.
Me parece bien, pero…
Con ello supieron que 1,5 millones de vehículos andan por las carreteras sin ITV, algo que les hizo pensar que no estaría nada mal imponer una multa de 200 euros a todos aquellos que no hacen los deberes. ¿Una medida recaudatoria? Ellos dicen que es para preservar la seguridad de todos ahora que el gasto en mantenimiento está bajo mínimos. Razón no les falta, pero tampoco se puede negar que les hace la boca agua pensar que se pueden forrar con este «invento«.
Isern teme un incremento de la siniestralidad
Joan Josep Isern, director del Servicio Catalán de Tráfico (SCT), tiene más prisa que nadie. Ha visto la posibilidad de ganar euros y se le han puesto los ojos como a Mesut Özil. Por eso ha decidido que en Cataluña lo de multar entre en funcionamiento desde ya. Durante el mes de septiembre y octubre enviarán un aviso por escrito a todos aquellos que no hayan pasado la ITV o la hayan pasado con un resultado negativo. Será una simple recomendación.
La recomendación pasará a ser un castigo cuando a finales de octubre o principios de noviembre entren en funcionamiento los lectores de matrícula instalados en las carreteras catalanas. A partir de ese momento no habrá excusas ni advertencias. Recibirás una receta en tu casa por un importe que todavía está por decidir, ya que Isern quiere hacer una distinción entre quienes no han pasado la ITV y quienes la han pasado con resultado negativo y siguen circulando.
Y mi pregunta a todo esto es… ¿Qué pasa con Oriol Pujol y la trama de las ITV? Con esas cosas no tienen tanta prisa.