Parece que fue ayer y ya han pasado 10 años desde que se lanzó el carné por puntos en España. Estábamos muy asustados y decidimos portarnos bien por desconocimiento, pero con el paso del tiempo ha ido perdiendo efectividad. Eso es lo que han podido comprobar en la Dirección General de Tráfico (DGT) tirando de estadística, así que han impulsado una serie de cambios que más pronto que tarde serán una realidad.
Gregorio Serrano, el hombre que sustituyó a María Seguí al frente del organismo perteneciente al Ministerio de Interior, sabe que los cambios son necesarios: «En la DGT somos conscientes de que tenemos que evaluar y decidir el futuro del carné por puntos, una tarea para la que vamos a escuchar y analizar las cifras».
Los cinco grandes cambios
En primer lugar, la DGT quiere ser más contundente con los reincidentes, especialmente con aquellos que han sido detenidos por conducir bajo los efectos del alcohol y otro tipo de drogas. La pérdida del permiso de conducir será instantánea y no lo recuperarán hasta que puedan demostrar que están rehabilitados.
Están estudiando la posibilidad de ampliar el abanico de sanciones, que no siempre irán acompañadas de una pérdida de puntos. De entre las peticiones que me parecen más razonables, puedo citar la de castigar a quienes tiran colillas por la ventana (qué rabia me da eso) o multar a los profesionales del transporte que manipulan los tacógrafos. Además, es probable que utilizar el teléfono móvil mientras se conduce conlleve una pérdida de puntos considerable.
Otro tema importante tiene que ver con los conductores extranjeros que circulan a sus anchas por nuestras carreteras. Éstos se libran de la pérdida de puntos, algo que podría cambiar próximamente gracias al acuerdo que se pretende alcanzar en la Unión Europea desde 2015.
El cuarto punto pone el foco en los cursos de recuperación de puntos. La DGT se ha dado cuenta de que no siempre cumplen su objetivo, ya que muchas personas que recuperan el carné lo vuelven a perder al poco tiempo. La idea pasa por adaptar esos cursos en función del tipo de infractor, ya que la reeducación no debería ser la misma para alguien que suele saltarse lo límites de velocidad y para alguien que suele conducir bajo los efectos del alcohol.
Para terminar, la DGT quiere aliarse con las aseguradoras para que el precio de las pólizas varíe en función de los puntos del carné. Así, los mejores conductores, los que no han perdido ni un solo punto del carné, obtendrían descuentos por parte de las compañías de seguro. Esos descuentos se podrán ofrecer gracias a las cantidades extra que tendrán que abonar quienes van perdiendo puntos con sus infracciones.