Puede que no te interese nada de esto. He estado dándole muchas vueltas a cuál sería mi último artículo del año. Puede que lo leas mientras el 2012 boquea sus últimos minutos ya sin oxígeno. Puede que lo veas con el 2013 estrenando su primera muda. Siento decirte que lo que está por venir no pinta muy bien. Si hablamos de coches, que es de lo que normalmente se trata aquí, el analista Carlos Gomes, del banco canadiense Scotiabnank, acaba de publicar que en Europa las ventas del 2013 se van a situar a niveles de 19 años atrás. Traslada este dato al resto de cosas que componen tu vida. La crisis no ha llegado, de hecho ya ha quedado atrás, cuando nos dimos el leñazo y tuvimos una hemorragia nasal. Lo que hay ahora no es la crisis, es la realidad. Bienvenido si te acabas de despertar.
Por eso publico estas palabras sobre un calendario que lleva haciéndose desde 1964, celebérrimo por sus desnudos femeninos. Todo cambia, el mundo está transformándose inciertamente en algo que todavía no atisbamos a prever. Lo que era un codiciado compendio erótico para hombres, este año se ha convertido en un homenaje a la humanidad.
Pirelli tiene cinco factorías en Brasil, país que vive un auge espectacular pero que acumula todavía unas estampas de pobreza que te hacen apartar la vista. El fabricante ya ha hecho allí algunos de sus calendarios, pero ninguno tan especial como éste. No más tetas y culos entre playas y palmeras, es el momento de las calles y favelas de Río.
De aquí en adelante
El fotógrafo es Steve McCurry, trotamundos y artista incómodo para muchos. La mayoría lo reconoceréis por esta foto, la misteriosa niña afgana.
El calendario no se vende, no se hacen copias impresas, no es un negocio. Es una galería de arte. Aparte de los rostros anónimos que aparecen, hay modelos y actrices que tienen una cosa en común: todas son activistas en organizaciones que pelean por paliar el escarnio de la pobreza o la discriminación.
Visita la web para conocerlo a fondo, vale la pena. Y si descubres cómo se consigue un código para poder descargarlo entero, por favor, házmelo saber. Yo no he sido capaz de averiguarlo. Como testimonio de lo que ha supuesto esta aventura, dejo el vídeo del making of.
No son coches bonitos, pero es de lo más bonito que ha dejado el 2012. Pasa de largo o hazle un “me gusta” en el Facebook de marras. Tómate seis minutos para ver el documental o apaga el ordenador. Dale al retwittear si te da la gana. Pero sea lo que sea, dile a los demás que de aquí en adelante, las cosas sólo nos pueden ir mejor. Por narices.