El próximo mes de noviembre hay reunión de la junta de accionistas de Vokswagen y se decidirá si estas extravagancias de lujo se posponen o se cancelan definitivamente. Por más que algunos se jacten de que los supercoches no paran de venderse, algo tiene que estar realmente podrido con el desbarajuste económico global, porque los números parece que no salen para las marcas más exclusivas de Volkswagen. Estos tres proyectos tan anticipados y cacareados en la prensa se encuentran ahora mismo conectados a una máquina de respiración artificial y lo más probable es que la desconecten y pasen a mejor vida.
Las directivas de los alemanes es que hay que vender más y ganar más dinero, cosa que resulta una perogrullada en un mercado capitalista. Dan preferencia en invertir esfuerzo, tiempo y dinero a este propósito que al desarrollo de modelos cuyas ganancias potenciales son más que dudosas. Hay analistas alemanes que ya han dictado sentencia y están convencidos de que estos tres coches no saldrán vivos de la reunión del 23 de noviembre.
El único que tiene alguna posibilidad parece ser la berlina de Bugatti que tenéis en la foto de cabecera, aunque quedaría aplazada hasta el 2015 o el 2016, en función de lo que se determine en el encuentro de la junta.
Los súper SUVs lo tienen crudo
Volkswagen quería que Porsche no se quedara con todo el mercado chino con su Cayenne, y así nacieron los proyectos de Bentley y Lamborghini. Pero la realidad es que las previsiones de venta no se están cumpliendo ni por asomo para los de Porsche y esto es lo que ha hecho tirar del freno de mano a Volkswagen y paralizar el Urus y el EXP 9F. Porque si los asiáticos, que parece que ahora compran lo que sea sin importar el precio, no están por la labor de estos exotismos, en el mercado europeo o el americano ya sería psicodélico que se vendieran.
Mi posición es que la crisis le está haciendo en el fondo un favor a la automoción, porque hay que desarrollar y fabricar nuevos y mejores coches, pero no modelos que son una auténtica sandez y un sinsentido como los SUV’s de Bentley y Lamborghini. Jeques árabes y multimillonarios asiáticos, compraos una mountain bike si queréis salir al campo.