Los diésel tienen los días contados. Evidentemente, los más nuevos no, pero está claro que con el paso de los años dejarán de ser una opción para circular por nuestras carreteras debido a las emisiones de partículas nocivas que contaminan los cielos de medio mundo.
En París de momento han sentenciado a los que fueron matriculados antes de 2001. A partir del 1 de julio de 2019 no podrán circular por una zona denominada Métropole du Grand Paris, lo que implica restricciones en una mancomunidad de 814 kilómetros cuadrados que incluye a un total de 131 municipios, entre los que se encuentra la capital de Francia.
Otro paso al frente
El Gobierno de Francia no quiere que la Unión Europea les castigue por contaminación, y es por ello que han decidido extender una medida que ya iniciaron tiempo atrás. Conviene recordar que en estos momentos no pueden circular por París ningún coche anterior a 1997 ni ninguna moto anterior a 2000.
Al igual que sucede en España, unas pegatinas determinarán si un coche emite más o emite menos. Las de color gris (Crit’Air 5) son las que estarán vetadas en la ciudad más importante de Francia a partir del 1 de julio del año que viene. Lo de las pegatinas ya lo pusieron en marcha en 2017, pero todavía no es obligatorio.
Ayudas para cambiar de coche
El Gobierno calcula que unos 118.000 coches se verán afectados por esta medida que pondrán en marcha en favor del medio ambiente. Es por ello que ayudarán a las familias para que puedan ponerse al día, ofreciendo entre 3.000 y 5.000 euros para la compra de un nuevo coche. Que sea más o sea menos dependerá de los ingresos de la unidad familiar.
Más iniciativas
Francia quiere cumplir con las normas europeas de calidad del aire. Por eso no solo atacará a los diésel, sino que tratará de llevar a cabo otras medidas para reducir la contaminación. Que sepamos, quieren ampliar el transporte público en horas punta, fomentar el carsharing (compartir coche) y animar a que cada vez haya más empresas que apuesten por el teletrabajo.
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