BMW está de enhorabuena. Vender dos millones de unidades de un coche como el Serie 5 no es nada fácil, más que nada porque su precio de partida no baja de los 40.000 euros en el mejor de los casos.
Es evidente que la actual generación está funcionando a las mil maravillas. Para confirmarlo, nada mejor que echar un vistazo a sus ventas, que comparadas con las de la anterior generación son un 42% superiores.
Debería renovarse el año que viene
Mejoras a nivel dinámico, de diseño y de eficiencia están detrás del éxito de un Serie 5 de sexta generación que vio la luz en 2010 y debería despedirse dentro de un par de años a más tardar. No sería nada raro que la firma alemana estirara su vida comercial al máximo a tenor de los datos. La quinta generación solo duró cuatro años porque no enganchó al público, pero la cuarta, la mejor que habían fabricado hasta la fecha, no desapareció hasta su octavo año de vida porque en los concesionarios se vendía a un buen ritmo.
El primer BMW Serie 5 data de 1972. Desde entonces han vendido más de 7,5 millones de unidades de las seis generaciones que han creado. La actual se podría decir que es líder en el segmento de vehículos premium ejecutivos, una denominación en la que entra cualquiera de sus tres versiones: BMW Serie 5 Sedán, BMW Serie 5 Touring y BMW Serie 5 Gran Turismo. Entre todos ellos despacharon 347.000 unidades en 2015.
Potencias para todos los gustos
En la nota de prensa facilitada a los medios, BMW reconoce que su amplia oferta de motorizaciones le permite conquistar a clientes de distintos perfiles. El menos potente es el BMW 518d, que entrega 143 CV, mientras que el más potente es el BMW M5 Sedán, que se va hasta los 575 CV con el Competition Package. Además, a su favor también juega que el hecho de estar disponible con tracción trasera. De hecho, en algunos mercados se puede pedir con tracción integral BMW xDrive.