BMW Serie 1 Sedán para el 2017


Berlinas premium de acceso”, así es como los fabricantes empiezan a llamarlas. Las carrocerías de cuatro puertas son tan viejas como la historia de la automoción, pero el Mercedes CLA y el Audi A3 Sedán les están dando tal empujón de ventas que todo el mundo está moviendo fichas. No sólo los fabricantes más careros, sino que las marcas generalistas también están aprovechando el “efecto sedán compacto” que llevaba unas décadas dormitando y que las populares estrella y cuatro aros parecen haber reavivado.

Tanto están cambiando las tornas, que BMW se plantea seriamente darle la vuelta al plan de lanzamiento comercial de la tercera generación del Serie 1, y estima que la nueva iteración del compacto llegará primero como un cuatro puertas, una berlina pequeña.

Y a la inversa de la tendencia de las dos últimas décadas, luego saldrá el hatchback que todos aceptábamos hasta ahora como el más popular y más vendido. El coupé, que se llamará Serie 2, tendrá que esperar al final de la parrilla, aunque de su concept cuatro puertas Gran Coupé es de donde seguramente surja el Serie 1 Sedán.

Mercedes, Audi, y ahora BMW, denominan a los pequeños cuatro puertas NES (New-level Entry Sedán), o nuevo nivel de acceso a los sedanes. Más baratos que las berlinas medianas, mejor dinamismo, idénticos equipamientos y casi igual de capaces en cuanto a tamaño y comodidad de transporte. Sólo hay que ver lo que cabe en el maletero de un Skoda Octavia.

Tracción delantera y tres cilindros

El Serie 1 Sedán y el resto de sus hermanos, incluido el Serie 1 Gran Turismo, estrenarán dos cambios fundamentales, que le pueden salir muy bien a BMW, o aparatosamente mal. El primer cambio, y el más drástico, es que serán de impulsión delantera. La plataforma estamos a unos meses de verla en acción dentro del nuevo MINI 2014 (en la foto lo tenéis). Adiós a la tracción trasera en el segmento más pequeño de lo bávaros. Los “bemeuvistas” no sé cómo se lo tomarán…

El segundo cambio ya lo contamos a fondo hace tiempo: motores transversales de tres cilindros, apretados con un turbo hasta el punto de la suspicacia acerca de su fiabilidad y funcionamiento a medio y largo plazo.

Más allá de todo esto, la reflexión es si vamos a ser testigos de ver cómo la Historia siempre tiende a repetirse, y la hegemonía de los hatchback desaparece en los próximos años, devolviendo todo su esplendor a los compactos sedanes.

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