La policía alemana no tiene problemas para perseguir a quienes incumplen la ley y se dan a la fuga. Allí no se andan con chiquitas como aquí y disfrutan de un BMW M5 que no es exactamente como el que se comercializa en los concesionarios. Como no entienden de prima de riesgo y crisis, pueden permitirse coches de este calibre, y todavía más cuando la empresa que los produce es de casa.
Para este año hemos sabido que se han equipado con un BMW M5 F10 que monta un motor 4.4 V8 con doble sobrealimentación y 560 CV de potencia. Se ha adaptado a las necesidades de la policía y está homologado para circular por ciudad. Seguramente habrán eliminado el límite de velocidad máxima fijado en 250 km/h, no vaya a ser que algún loco con prisa se pasee por las Autobahn a unos 300 km/h con su superdeportivo (allí hay más que aquí por cierto).