Mientras unos trabajan en la fabricación de motores de fibra de carbono, como es el caso de Ford, otros se dan prisa por incorporar ese material al equipamiento de sus modelos. BMW puede presumir de contar con el primer coche de serie que monta unas llantas de fibra de carbono, aunque estamos hablando de un modelo que está al alcance de muy pocos.
No pesa poco por casualidad
Al BMW M4 GTS le sobran motivos para conquistarte. Es potente y ofrece unas prestaciones fantásticas gracias a sus 500 CV y 600 Nm, pero es que además pesa menos de lo que podrías imaginar. ¿Por qué? Pues porque han apostado por materiales tan ligeros y resistentes como los plásticos reforzados con fibra de carbono (PRFC), los que se pusieron de moda por primera vez en el BMW i3. De ahí que registre 1.510 kilos en la báscula.
Mejoras provocadas por el adelgazamiento
En este caso hay que destacar que las llantas, de 9,5Jx19 delante y 10,5Jx20 detrás, lucen un atractivo diseño BMW M terminado en carbono. Gracias a ello han logrado reducir el peso suspendido y las masas de rotación, algo que se traduce en una mejora de la aceleración y la desaceleración de una criatura que puede pasar de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos hasta alcanzar los 305 km/h de velocidad punta. Además, también provoca mejoras en la dirección y en los niveles de vibración, así que todos querríamos tener unas como estas para nuestro coche.
Las llantas en cuestión van montadas en unos neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 que han sido diseñados de forma específica para el BMW M4 GTS. Se nota que es un coche fabricado para triunfar en los circuitos, aunque cuenta con la homologación necesaria para circular por carretera. De ahí que lo vayamos a ver a partir de marzo de 2016, que es cuando está previsto su lanzamiento.