Fecha; fotografías; memorando técnico y comercial; vestiduras y equipamiento; todo se guarda en el baúl todavía, pero se da por hecho que BMW retira los M135i y los M235i en el 2016. El relevo es un desarrollo del motor de estos modelos y no puede variar mucho de precios; en función de la carrocería, sistema de tracción y de la caja de cambios, son coches entre los 45 y 50.000 €.
Estrenando mecánica
En la Serie 1 y en la Serie 2, justo antes del propiamente dicho M2, figura esta motorización 3.0L. con 6 cilindros en línea y dos turbocompresores. El M2 pide unos 62.000 € y apenas está 50 CV por encima de los 135i/235i.
Este ‘TwinScroll Turbocharger’ de tres litros, que lleva una década dentro de BMW, se pasa por un cedazo en el cuartel de ingenieros, se le sostiene el consumo, pero se refuerza con 15 CV y algo más de par motor. Los números todavía no tienen toda la fijeza que la meticulosidad periodística requeriría, y mejor tomar la cifra de 340 CV a modo de referencia.
El compacto de trasera recortada (Serie 1) y el de maletero sedán (Serie 2), con estas novedades mecánicas se colocan muy cerca del M2, que es el ‘M’ ortodoxo para el chasis más pequeño de BMW. Como el rendimiento entre unos y otros es tan parejo y el coste está tan distante, el M2 deja la impresión de señuelo o cebo muy persuasivo, conformado a objeto de vender mejor los M135i y M235i.
¿Era necesario cambiar los nombres?
BMW siempre es materia de debates cuando se habla de los nomenclaturas numéricas. Metiendo un propulsor rectificado en el vehículo ya existente, ¿hay que cambiar el nombre o hay que anunciarlo como ‘modelo 2016’? La respuesta a la retórica, en un directivo de BMW siempre será «¡Cambiémosle el nombre, por supuesto!» Así, el M135i será M140i. Y el M235i será M240i.
Siempre me agradó la Serie 1, especialmente en Sedán (ahora Serie 2). Que los ‘de 0 a 100 km/h’ se alcancen en 4,9 segundos con el M140 y el M240 deja poca sensación de prodigio para mí. Me gusta la postura de conducción, el redondeo de curvas y eso tan samurai de «caballo y jinete son una misma cosa.» Por esta razón yo me inclinaría a poner en el Serie 2 el motor del 116i, con 109 CV. Se ahorra uno 10.000 € y es más que suficiente para el goce de conducir el tílburi sensual y recreativo de BMW; los sentidos los despierta el coche, no su potencia.