Tengo que reconocer que el BMW i8 es uno de los coches que más me ha sorprendido en los últimos años. Huye de toda clase de convencionalismos y se muestra con un diseño que es difícil de asociar a otros modelos de la compañía alemana. Eso es algo que no suele pasar en otras marcas, y ni siquiera en BMW, puesto que estamos acostumbrados a ver el típico lenguaje de diseño que se repite una y otra vez en un amplio catálogo formado por vehículos tan distintos entre sí como un utilitario, una berlina o un todoterreno.
Cuando vimos el BMW i8 Concept alucinamos. Nos gustó tanto que dijimos que no podía ser real, que era imposible ver un coche de producción parecido al prototipo. Meses después, BMW nos sorprendió lanzando un i8 de producción prácticamente idéntico y con todo lo necesario para maximizar el placer de conducción. Acababa de nacer un modelo único que pronto podría tener más versiones. ¿Por qué? No, no habrá un BMW i8 M, pero estoy convencido de que las empresas que se dedican al tuning le van a sacar todo el jugo posible a su carrocería.
Modificaciones interesantes
En German Special Customs, especialistas en preparaciones de modelos de Mercedes-Benz, se han atrevido con el kit de carrocería que puedes ver en las imágenes. Se llama iTron y por su aspecto podría tener una estrecha relación con la película en la que se ha inspirado Audi para bautizar al A3 Sportback e-tron.
Hay cambios importantes tanto en el paragolpes delantero como en el trasero. También en las salidas de escape, en los umbrales de las puertas, en el capó y en los neumáticos, que no es difícil advertir que son más grandes de lo habitual.
Un pequeño problema
Más de uno se estará preguntando si ya es posible comprar este kit de carrocería. Por desgracia todavía no. Es un proyecto que no ha recibido la aprobación y que está en fase de pruebas. El i8 está fabricado con CFRP (plástico reforzado de fibra de carbono) para aligerar su peso al máximo. La problemática no está en el material en sí, ya que la fibra de carbono puede cumplir con la misma función. Lo más delicado tiene que ver con la instalación de las piezas añadidas por el preparador, ya que BMW no las puso al azar, sino que habilitó un espacio específico para poder encajarlas a la perfección. Ése es el gran reto de German Special Customs y otras empresas dedicadas al tuning que quieran crear un kit de carrocería para el coche más caro de BMW.