Vio la luz por primera vez en forma de prototipo en el Salón del Automóvil de Pekín de 2012. Allí nos contaron el BMW i8 Spyder sería una realidad palpable a finales de 2015, pero la fecha era demasiado optimista y no lo veremos en los concesionarios hasta el año que viene.
Lo ha confirmado el CEO de la compañía, el señor Harald Krüger. El modelo de producción puede que sea exhibido en el mismo salón aprovechando la tirada que puede tener un coche de estas características por esos lares, donde hay miles de ricos dispuestos a pagar más de 130.000 euros por un híbrido descapotable de semejantes características.
Diferencias respecto al coupé
Hay dos cambios importantes respecto al BMW i8 que todos conocemos. El primero de ellos es el más evidente de todos, el que tiene que ver con la capota que se abre y se cierra para poder conducir al aire libre. El otro tiene que ver con la configuración de los asientos, que en este caso no ofrecen cuatro plazas. Se convierte en un biplaza para poder alojar la capota sin tener que renunciar al maletero.
Motorización
Lo que no varía es el bloque que esconde en su interior. Tenemos un gasolina de 1.5 litros TwinPower Turbo de tres cilindros capaz de entregar 231 CV y 320 Nm de par máximo, mientras que el eléctrico aporta 131 CV y 250 Nm. La potencia conjunta es de 362 CV y 570 Nm, así que sus prestaciones serán casi tan buenas como las del BMW i8 coupé. Digo «casi» porque al ser más pesado y menos aerodinámico no podrá ser tan rápido.
Veremos si BMW es capaz de vender muchas unidades de este i8 Spyder. Del otro i8, si recopilamos datos que engloban todas las ventas a nivel mundial hasta el mes de septiembre, ya se han matriculado 5.700 unidades.