Mírales qué contentos. Debe ser porque ya han resuelto sus entuertos con la justicia. Las sentencias se han dictado sin sorpresas y a la española. Marcelo pagará 6.000 euros y Benzema 18.000. La DGT ha estado pidiendo medidas “ejemplares y ejemplarizantes” para las felonías del famoseo y los prohombres, pero aquí nunca pasa nada. Tampoco cuando Piqué y Shakira llevan un bebé en el asiento de delante sin ningún sistema de retención infantil obligatorio, o Ronaldo pasea en su regazo a su hijo mientras conduce.
En Inglaterra, no hace ni una semana que el exministro y líder de los liberales-demócratas británicos, el peso pesado político Chris Huhne, ha sido condenado a ocho meses de cárcel por un delito de tráfico ¿Qué hizo? Pues el pillo. Le enchufó una multa de exceso de velocidad a su ex-mujer para que a él no le quitasen puntos del carnet. Y ahora ha tenido que dimitir de su escaño y va a pasar por prisión.
Se observa nítidamente un doble rasero; cómo funciona la justicia en unas partes de Europa y cómo funciona en otras ¿No? En Gran Bretaña tienen el show televisivo This Is England, corrosivo y satírico hasta morirte de reír. En la península no nos hace falta ningún programa de humor, porque el chiste es la propia realidad.
La justicia es ciega e igual para todos
A Benzema le retrasan el juicio para que pueda jugar un partido contra el Barça, y luego se lo vuelven a adelantar para que pueda jugar otro (en esta ocasión un encuentro de la selección francesa). Justicia a la carta. El artículo 384 del Código Penal, que los jueces y las celebrities se pasan por los calcetines, contempla multas de hasta 300.000 euros, penas de 3 a 6 meses de cárcel, trabajos comunitarios… Pero siempre dependiendo de quién haga la infracción.
El político británico conducía a 111 km/h en un tramo limitado a 80 km/h. Y va a prisión. Benzema volaba a 216 km/h en una circunvalación madrileña: paga 18.000 euros y se queda sin conducir ocho meses, y listos. Un aplauso, por favor…