Las imágenes que ilustran este artículo, que por cierto no son de demasiada calidad, nos muestran la fachada y el interior del Bentley Continental GT Black Speed, una edición especial de la que solo se van a fabricar 10 unidades que irán a parar al mercado australiano y neozelandés, motivo por el cual fue presentada en Melbourne aprovechando la celebración del primer Gran Premio de Fórmula 1 que acabó con la victoria de Nico Rosberg.
Al alcance de muy pocos
A más de uno le puede llamar la atención que el volante esté a la izquierda y no a la derecha, que es donde está en todos los coches que se comercializan en las antípodas. Salvando ese detalle, el modelo que se exhibe es el que van a vender por unos 467.000 euros, cantidad que puede dispararse hasta los 533.000 euros si se añaden todos los extras disponibles.
Mulliner, la famosa división de la casa inglesa, se ha encargado de crear un Continental GT de lo más siniestro, algo que se aprecia echando un vistazo a las llantas negras de 21 pulgadas o a los faros, que tanto delante como detrás están tintadas.
El único color que le da algo de vida es el rojo, que se manifiesta tanto por fuera como por dentro, donde por cierto se puede leer «Black Speed» en unas letras rojas bordadas en los reposacabezas. Es uno de los detalles específicos de esta edición, como también lo son el reloj Breitling, la iluminación en rojo o las molduras de aluminio.
Su motor no entiende de consumos y emisiones
Bajo el capó hay un monstruo. El motor que monta es un W12 capaz de ofrecer unas prestaciones de escándalo. Por eso ofrecen la posibilidad de equipar unos discos de freno carbocerámicos heredados del Bentley Continental GT3-R, otra edición limitada que te deja sin aliento.
Para terminar, decir que es muy probable que veamos nuevas ediciones especiales del Continental GT en los próximos meses, puesto que la compañía británica no lanzará al mercado la nueva generación hasta finales de 2017.
Fotos del Bentley Continental GT Black Speed
