No les habrá hecho mucha gracia a los clientes más veteranos de la marca, pero los tiempos han cambiado y Bentley ha sucumbido a la moda de los SUV. Han querido explorar un segmento que les puede dar muchos beneficios y por fin han terminado el modelo que van a presentar por primera vez en el Salón del Automóvil de Frankfurt.
Se llama Bentley Bentayga y tiene unas dimensiones considerables: 5.141 mm de longitud, 2.223 mm de anchura y 1.742 mm de altura, siendo su batalla de 2.992 milímetros.
Un motor superlativo
Su maletero no es excesivamente grande. Más bien todo lo contrario. Son 430 litros que pueden ampliarse hasta 590 sin la bandeja. Pesa 2.422 kilos en vacío y monta un motor que es la envidia de todos sus rivales.
Se trata de un W12 TSI de 6.0 litros que entrega 608 CV entre las 5.250 y las 6.000 rpm y 900 Nm de par máximo entre las 1.250 y las 4.000 rpm. Por eso no es de extrañar que pueda acelerar de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos y alcanzar los 301 km/h de velocidad punta, lo que les permite decir que el Bentayga es el SUV más rápido de la historia.
Tanta deportividad repercute negativamente en los consumos y las emisiones, aunque han hecho todo lo posible para que la cifra no sea escandalosa. El consumo medio es de 12,8 l/100 km y emite 292 g/km de CO2. Dichos datos mejorarán en el futuro, ya que se espera una versión diésel y otra híbrida. La caja de cambios es automática de ocho velocidades.
Un concepto difícil de digerir
A nivel estético tengo que reconocer que me produce sensaciones contradictorias. Es una mezcla de tantas cosas que no acabo de tener claro lo que es. Sus pasos de rueda enormes y los guardabarros se funden con un capó que pretende ser deportivo. La estampa adquiere su máxima cota de rareza cuando se le ve tratando de enfilar caminos repletos de piedras. Parece que se hábitat natural va a estar más en la ciudad que en la montaña, donde la mayoría de clientes van a pasearse con él sin la más mínima intención de comprobar si se defiende en terrenos off-road.
Completan su estética las luces LED flotantes, las llantas de aleación de entre 20 y 22 pulgadas, las placas protectoras y el fantástico techo solar panorámico de vidrio que viene de serie. Son 1,35 metros cuadrados que se comen casi un 60% del techo. Éste, como el resto de partes del Bentayga, ha sido fabricado empleando materiales resistentes y ligeros a la vez. De ahí que su carrocería pese 236 kilos menos de lo que pesaría si estuviera hecha con materiales tradicionales.
El habitáculo soñado
¿Qué podíamos esperar del interior? Refinamiento y más refinamiento. El diseño es espectacular y la mezcla de madera y piel le sienta mejor que bien. Se nota que han recurrido al trabajo artesano para obtener el mejor resultado posible.
Nos hablan de lujo británico moderno salido de Crewe y nos lo creemos. Más que nada por los 15 enchapados que ha incluido y por los elementos pulidos que adornan el salpicadero, la consola central y las puertas.
Los asientos, que también están fabricados a mano, disponen de hasta 22 ajustes eléctricos y 6 programas de masaje. Evidentemente, tampoco les falta ventilación y calefacción en función de las necesidades del cliente.
El Bentley Bentayga puede contar con una configuración de cuatro o de cinco asientos. Sea cual sea la elección, para su confección han utilizado las mejores pieles, curtidas con métodos naturales y sin recrearse en los detalles para no sobrecargar. Hay hasta 15 colores a elegir y 3 combinaciones de dos colores.
Pruebas y más pruebas
Para terminar, y antes de que veas dos vídeos y un buen puñado de imágenes, decir que el nuevo SUV del fabricante inglés ha nacido tras cientos y cientos de horas de desarrollo en las que se le ha puesto a prueba. Se ha dejado ver por la gravilla de Sudáfrica y por las dunas de Dubái, pasando por los campos embarrados del condado de Cheshire en Inglaterra. Además, nos cuentan que ha sobrevivido a los -30 °C del Cabo Norte y los 50 °C del desierto. ¿Alguien da más?
