Cuando una compañía relojera de lujo como Bell & Ross se propone diseñar un coche, el resultado puede ser espectacular. Lo podemos confirmar gracias al AeroGT, un prototipo muy atractivo que jamás llegará a producción, pero que les da una publicidad fantástica más allá de su patrocinio a Renault Sport Racing.
Pura fantasía
Es un concepto puro y duro, ya que ni siquiera han fabricado las piezas para ensamblar la unidad que aparece tanto en vídeo como en imágenes. Lo que ves no es más que un concienzudo trabajo de Photoshop siguiendo una serie de premisas con las que se acerca a superdeportivos tan populares como el Hennessey Venom.
Mide 4,70 metros de longitud y solo 1,10 metros de altura, mientras que sus formas están inspiradas en la relojería y en la aeronáutica. De hecho, su superficie acristalada es muy parecida a la cabina de un caza de combate y en la zaga encontramos dos enormes salidas de escape que nos hacen pensar que tal vez pueda volar.
Aunque no nos muestren el habitáculo porque ni siquiera lo han dibujado, se han preocupado por elegir un motor que le sentaría de maravilla. Creen que tendría mucho éxito con un V8 de 4.2 litros sobrealimentado y capaz de entregar 600 CV de potencia. Teniendo en cuenta eso y que solo pesaría 1.340 kilos, no es de extrañar que hablen de unas prestaciones excepcionales: de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos hasta alcanzar los 315 km/h de velocidad punta. Claro que sobre el papel todo es muy fácil…
Fotos del Bell & Ross AeroGT
