Noticia totalmente surrealista la que nos llega desde Hungría. Allí, en la factoría que Mercedes-Benz posee en la ciudad de Kecskemet, los máximos responsables de Daimler AG han decidido paralizar la producción por una amenaza de bomba en las instalaciones.
Todavía no sabemos quién ha sido el responsable de dar el aviso, pero por suerte no ha sucedido nada grave porque esa supuesta bomba no ha llegado a explotar. De hecho, todavía no la han encontrado y todo podría quedarse en una broma de mal gusto.
Desalojo exprés
Los trabajadores fueron desalojados de inmediato y las autoridades policiales se presentaron a toda prisa poco después de las 13:30 horas, que es cuando un anónimo llamó para expandir el pánico dentro de una planta en la que recientemente se han invertido 800 millones de euros. Allí se fabrican los Clase A, B y CLA. En total hay más de 3.000 empleados que en 2013 produjeron más de 100.000 vehículos. Es la planta más moderna de Mercedes-Benz, puesto que empezó a funcionar en marzo de 2012.
En estrecha cooperación con las autoridades competentes, todos los trabajadores han sido evacuados como medida de precaución.
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