Cuatro años lleva Audi trabajando sobre el mismo prototipo de híbrido enchufable. La última versión venía en amarillo radiante, y la semana que viene lo veremos en un salón, pero no en el de Detroit, sino en el CES de Las Vegas.
Nada ha cambiado dentro o fuera del coche, salvo que lo han repintado en color Plasma Red. La gracia del ínclito fast-back con formato de Scirocco y boca de Lexus es el pulso que mantiene con BMW por ver quién planta en la calle primero las luces láser. Será BMW con el i8, presumiblemente.
Del halógeno al xenón, y del xenón al LED. La siguiente parada, los diodos láser de Star Wars. BMW prendió la chispa del reto como el primer fabricante en experimentar con lámparas láser y Audi recogió el guante no pudiendo resistir tamaña y caballeresca afronta.
Las luces frontales del Quattro Concept operan igual que en cualquier coche, con cortas y largas. Las Matrix Beam de LED que eran el no va más en tecnología de iluminación alemana, con sus 25 diodos en reflectores direccionables según el volante para alumbrar distintos puntos de la carretera según convenga y sin cegar al que viene de frente, estas luces LED, como decimos, ya sólo se van a usar para las luces cortas.
El láser es quien tomará la función de la iluminación de largo alcance. Como ventajas tiene que sus diodos son mucho más pequeños y eso permite a los diseñadores tener más manga ancha a la hora de diseñar los faros. También cuenta que el láser puede llegar a dar visibilidad hasta 500 metros, lo que supone el doble del rango de los LED.
El inconveniente ya se lo está imaginando cualquiera que esté leyendo esto: cuando ese vecino del todoterreno gigante, tan querido en el barrio porque jamás retira la bola de acero del accesorio del remolque que jamás le has visto usar; sí, ese adorable y cívico vecino, te da un restregón con la dichosa maza esférica al aparcar y te revienta uno de tus faros láser. El precio del seguro para un vehículo con luces láser no será caro, será lo siguiente a caro. Y si lo tienes a terceros y has de pagar tú el destrozo…
El resto del coche
Por lo demás, el prototipo permanece intacto. A saber: propulsor 4.0 V8 con dos turbos y emparejado a un motor eléctrico circular. 700 CV combinados que pueden vaciar un trailer cisterna si tienes querencia a aplastar el pedal derecho o consumir entorno a tres litros cada 100 kilómetros si te lo tomas con calma. En modo el eléctrico la autonomía son 50 kilómetros según Audi.
Por dentro, el cuadro de instrumentación es electrónico con efecto 3D, capaz de variar de relojes, colores y datos mostrados según necesidades o deseos de quien conduce. Muy Volvo.
Audi también asegura que seguirán dándole vueltas al prototipo en los siguientes años, porque no es para que se fabrique, sino para ir testando cosas que estén en ulteriores modelos de serie. Los ejemplos que ponen son esa parrilla hexagonal y ese capó abombado tan asiáticos, y que están estudiando cómo funcionan estéticamente sobre los trazos de la carrocería los sempiternos pliegues convexos (hacia afuera) de los vehículos VAG al combinarlos con pliegues cóncavos (hacia adentro). Estos últimos, históricamente presentes en diseños italianos, ingleses y galos.
Del mestizaje de razas siempre han salido las criaturas más hermosas.
Es un brera pero de audi. Mas caballos mas rendimiento pero por fuera nos recuerda mucho al “corte” del alfa.
Yo hacía mención al Scirocco, pero ahora que dices esto, si me miro con más detenimiento los pasos de rueda traseros… También le veo el parecido… Estoy de acuerdo con tu observación.
Sólo que los italianos son siempre más sensitivos, no tan «rectángulos con ruedas»… No sé si me explico…